La drogadicción es una enfermedad que consiste en la dependencia
de sustancias que afectan el sistema nervioso central y las funciones
cerebrales, produciendo alteraciones en el comportamiento, la percepción, el
juicio y las emociones. Los efectos de las drogas son diversos, dependiendo del
tipo de droga y la cantidad o frecuencia con la que se consume. Pueden producir
alucinaciones, intensificar o entorpecer los sentidos, provocar sensaciones de
euforia o desesperación. Algunas drogas pueden incluso llevar a la locura o la
muerte.
¿Cómo prevenir la drogadicción?
No se trata simplemente de prohibir la droga, ni de controlar su distribución. Aunque estas cosas son necesarias, el problema de la drogadicción tiene sus raíces en la sociedad misma. Es por ello que es necesario un compromiso de la sociedad en su conjunto. Padres, maestros, medios de comunicación, instituciones, etc., deben comprometerse a construir una sociedad nueva, donde sean promovidos los valores auténticos, especialmente los espirituales. De no hacerlo así, todas las estrategias de prevención serán inútiles, pues el problema de fondo seguirá existiendo.
Para las personas que ya han caído en el abuso de drogas, no bastan los simples tratamientos médicos, dado que existen otros problemas del individuo que están detrás del hecho de su drogadicción. Es necesario, junto con el tratamiento médico de desintoxicación propiamente dicho, un tratamiento de rehabilitación que haga que la persona redescubra su valor y su identidad más profunda. Este tratamiento no será posible sin la participación del individuo, sin su voluntad de cambiar. El apoyo de la familia y una adecuada asistencia espiritual son también fundamentales para la rehabilitación.
La
dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos:
- Dependencia física: El organismo se
vuelve necesitado de las drogas, tal es así que cuando se interrumpe el consumo
sobrevienen fuertes trastornos fisiológicos, lo que se conoce como síndrome de
abstinencia.
- Dependencia
psíquica: Es el estado de euforia que se siente cuando se consume droga, y
que lleva a buscar nuevamente el consumo para evitar el malestar u obtener
placer. El individuo siente una imperiosa necesidad de consumir droga, y
experimenta un desplome emocional cuando no la consigue.
Algunas drogas producen tolerancia, que lleva al drogadicto a
consumir mayor cantidad de droga cada vez, puesto que el organismo se adapta al
consumo y necesita una mayor cantidad de sustancia para conseguir el mismo
efecto.
La dependencia, psíquica o física, producida por las drogas puede
llegar a ser muy fuerte, esclavizando la voluntad y desplazando otras
necesidades básicas, como comer o dormir. La necesidad de droga es más fuerte.
La persona pierde todo concepto de moralidad y hace cosas que, de no estar bajo
el influjo de la droga, no haría, como mentir, robar, prostituirse e incluso
matar. La droga se convierte en el centro de la vida del drogadicto, llegando a
afectarla en todos los aspectos: en el trabajo, en las relaciones familiares e
interpersonales, en los estudios...
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